Villa Altagracia
Su historia no puede escribirse sin tener como marco de referencia la industria azucarera, iniciándose con el Ingenio Catarey. Por ello la dividiremos en tres períodos: el período Pre-Catarey, el Trans-Catarey y el Post-Catarey.
Periodo Pre-Catarey
El inicio de este periodo se ubica hacia finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, extendiéndose hasta 1948, año en que se inicia la construcción del ingenio azucarero del cual deviene la presente caracterización.
En los albores, estos eran lugares vírgenes, formados por tierras fértiles bañadas por ríos, arroyos y cañadas, cuyas aguas arrastraban oro sedimentario, lo que atrajo a muchas personas que residían en comunidades vecinas.
La ubicación geográfica privilegiada hizo también de estos terrenos un paso obligado para el tránsito de las caravanas de comerciantes que se dirigían hacia Santo Domingo. Para ese entonces, el correo entre la capital y el resto del país se hacía a caballo, constituyendo este sector una cómoda ruta para llegar hasta el Cibao.
Los factores precedentes se constituyeron en la causa principal de la inmigración de los primeros pobladores los cuales se estima procedían en su mayor parte de San Cristóbal, y en una menor proporción del área del Cibao.
Villa Altagracia se inició como una comunidad eminentemente rural, con escasos habitantes para quienes las principales actividades económicas consistían en la agricultura, la búsqueda de oro en arroyos y cañadas y pequeños negocios. Las viviendas eran primitivas y estaban construidas en barro, o tablas de manacla, techadas de yerbas y yagua y el piso era de tierra.
Los primeros pobladores que se dedicaron a la agricultura se establecieron en la parte montañosa, los que se dedicaban a la búsqueda de oro y al comercio lo hicieron en la parte más llana, casi a orillas de los principales ríos.
Fue en el año 1926 cuando Ulises Henríquez estableció la primera construcción de importancia. Se trató de la Terraza de hormigón (concreto) armado y varillas, el cual funcionó como la primera plaza hotel de esta comunidad. El mismo disponía de habitaciones, caballeriza, comedor, sitio de descanso y área para el intercambio comercial. Esta construcción fue conocida durante largo tiempo como la Terraza, y en los últimos tiempos ha sido destinado a otros negocios, hoy la banca comercial. Durante este periodo, la tal villa se conoció con el nombre de Sabana de los Muertos. No está claro de donde provino el nombre.
Tres teorías tratan de explicar su origen: una primera sostiene que se le llamó así en razón a la alta mortalidad que producían las epidemias de paludismo y fiebre amarilla. La segunda atribuye el nombre a la cantidad de muertos que causaban bandas de gavilleros que atracaban a comerciantes ya gentes de correo que hacían paradas aquí. La tercero, y menos creíble, ubica este lugar como punto de encuentro para la batalla de grupos opuestos que se iban a la manigua. Batallas en las cuales se producían muchos muertos que eran abandonados en campo abierto lo que a su vez, también contribuían al desarrollo de epidemias que aumentaban la mortalidad. El nombre de Sabana de los Muertos se mantuvo hasta el año 1936, fecha en que se elevó a categoría de Distrito Municipal con el nombre de Villa Altagracia.
Se estima que los lugares que sirvieron de asentamiento a estos primeros pobladores fueron Medina, Pino Herrado y lo que hoy es el casco urbano. Entre los primeros pobladores se pueden mencionar a Ramón Mejía, Jerónima Mejía, Marcelino Nivar, Miguel Puello y las familias Carmona y Constanza.
Hasta el año 1940, la Comunidad dependía básicamente de la agricultura, de la búsqueda de oro, el comercio, la crianza de animales y la cacería, principalmente del puerco Cimarrón. En 1942 ocurrió un hecho que comenzó a transformar las relaciones de la economía y el comportamiento de sus habitantes, se trató de la instalación de la compañía bananera subsidiaria de la United Fruit de Centroamérica que se dedicó al cultivo en gran escala de guineos. Esta compañía se conoció como la Dominican Fruit que obtuvo gran cantidad de terrenos para sus plantaciones, principalmente en la parte noroeste de la comunidad.
Con la instalación de la mencionada compañía, muchos agricultores abandonaron sus propios predios y se emplearon como asalariados. Simultáneamente se inició un proceso de urbanización, ya que tanto los ejecutivos de la John Pay como sus trabajadores necesitaban lugares donde vivir. Este proceso de urbanización se aceleró a finales de los años 40 y se afianzó en la década de los 50.
Para el año 1948 el Presidente de la República, Rafael Leonidas Trujillo inició el proceso de acaparamiento de las tierras para dedicarlas al cultivo de la caña. Para ese año había grandes plantaciones de banano y la compañía bananera que confrontaba problemas políticos en Centroamérica y dificultades con los gobiernos de la región, se vio precisada a irse del país. Situación que fue aprovechada por Trujillo para aumentar el área cañera y la posterior instalación del ingenio azucarero que bautizó con el nombre de Central Catarey.
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